La Semilla


“¿Volverás?” Preguntaba Katarina con sus ojos al punto de soltar lagrimas, pero la vida de mujerzuela, le había enseñado a no mostrar su preciado liquido en frente de nadie más. Nunca jamás.
“Eso solo lo sabe Dios”- Dijo abrochándose la camisa botón por botón, buscando con la mirada el horizonte en aquella ventana del siglo XVII, que mostraba un paisaje de chimeneas humeando, casas alborotadas y abarrotadas unas con otros. Un gris intenso en los cielos, presagiando un incierto fin.
“Entonces no vallas, no es necesario”. –Dijo mientras comenzaba a levantar su blancuzca y desnuda figura de su cama- “Otros pueden hacerlo por ti”. Susurró algunas maldiciones y termino por levantarse de la cama y caminar hacia la ventana que él miraba. Uno atrás, una delante.
La amaba a ella y nada más que a ella, sus rojos cabellos, su figura traslucida en el vestido de noche, y la manera en que le hacía el amor cada vez con más pasión y fuego en sus venas, en su sensualidad, en sus carisias y en su carne. No había nadie mas para él.
“Soy el único que puede hacerlo, soy el mejor en mi trabajo” Tomo su sombrero adornado por una hermosa pluma azul que parecía acariciar el aire cuando se deslizaba hacia su cabeza al colocarse el sombrero sobre sus castaños y lacios cabellos.
Con un cálido suspiro hizo un ademan de saludarla pero todo termino en un vano intento. Camino hacia la puerta , miro hacia atrás para verla por última vez antes de partir a la gran batalla. Desde que la conoció hacia ya más de 20 años, nunca de separaron, en sus corazones siempre estuvieron juntos. Aunque nunca lo demostraran.
Ella corrió hacia el antes que pudiera salir, lo abrazo por detrás y le grito,- “¡No te dejare ir. Nunca más te dejare ir!”- bajo el tono de su voz con un súbito quiebre y sollozando en un susurro que debelaba un secreto no olvidaría nunca jamás prosiguió – “estoy embarazada, llevo tu sangre en mi vientre”.
De repente el mundo se vino abajo, todo se paralizo en un instante. Él estaba a punto de partir a la batalla y ante las advertencias de todos sus adivinos, a los cuales hizo caso omiso, acepto ser el general de batalla y proteger a su princesa cueste lo que cueste. Él, que es el mejor espadachín, profesional de las artes marciales, domador de dragones, caballos y leones. Él único en su tierra que derroto al tauro de dos cabezas con un solo corte, terminando con los tormentos de su pueblo. Descifró los acertijos élficos más complicados en su propio lenguaje y consiguió el respeto de las criaturas del mar, los seres más peligrosos de todo su mundo.
Donde ponía el ojo ponía la flecha. Era la leyenda más grande por su desprecio a la muerte, desprecio que nacía en su oscuro, solitario y frio corazón, el que no tenía nada que perder.
Huérfano y sin hermanos, creció solo y en la calle, duro y rígido. Sus manos soportaron tanto frio y soledad como su corazón e igual de duros se habían vuelto.
Pero ahora ella, lo había hablandado un instante. No quería otra creatura huérfana en el mundo. No quería otro como él.
La tomo por sus manos, deposito un beso en ellas, la miro a los ojos como no había mirado a nadie nunca antes y le dijo, “Volveré lo prometo”. No sabia como cumpliría esa promesa. Pero ahora tenía un motivo para hacerlo.
Cual a valiente caballero andante
una hermosa doncella es mi energía.
Verla otra vez es mi única alegría
y contemplar su cabello radiante.

Probable es que no sepa ni que existo
y que alimente yo en vano mis sueños
pero no si pongo en esto mi empeño
tratando por lo menos de ser visto.

Muchos caminos hay entre nosotros
mas no es el fin, siempre hay algún atajo,
y con la Luna como mi testigo

juro esta noche que aunque haya otros
no cederé ni caeré tan bajo
y no aceptaré ser sólo un amigo.


I

El subterráneo tren no es el mismo.

Aunque un mar de gente lo habita,

existe profundidad, todo un abismo,
tu presencia da vida, se necesita.


Monterrey amaneció triste nublado.

El tren llora en la estación Alameda.

Hoy a la cita no llegas. Desesperado

corazón a que tu amor se le conceda.


Observo conductas de los extraños

dueños de éste metal en movimiento.

No estas en sus ojos, ni en sus años,

no lo habitas, no te huelo, no te siento.


II

Hoy no llegas, nuevamente fui ignorado,

ilusión resquebrajada. Llanto sin calma,

y ciertamente ¿Dónde queda el alma?

si destilo soledad estando acompañado.


Las puertas se abren, listas al descenso

¿Dónde bajo yo? si sólo quiero andar

hasta llegar al sitio, exista algún lugar

donde pueda alivianar el dolor intenso.


Quien se aleja: se le extraña o se le olvida

ahí está el riesgo de la eternidad.

El amor verdadero jamás encontrará medida

y se pudre en el pozo de la soledad.


III

Años han pasado y vuelvo a la ciudad

donde existen trozos de vida tirados,

mis plantas marcan en el suelo ansiedad

de ver tu rostro y tus ojos enamorados.


No podemos caminar por los andenes

sin pisar un pedazo de nuestra historia.

La vida tan simple, como estos trenes.

Muerto está el que no tenga memoria.


Sueños rotos de la juventud en gloria

poco a poco se ha agotado la esperanza

de lograr hacer transformación notoria

y encontrarte puntual en Macroplaza.


IV

Estación Terminal, marca la salida,

lugar al despojo de éste sueño absorto

donde el espacio instantáneo es corto

de la estampida humana sin medida.


Observo al panorama, un cerro ensillado

miro entre la gente en peatonal Morelos,

no apareces. Imagino. Otra vez los celos

envuelven mi alma, estoy desolado.


Lo poco que fui ya he tenido demostrado.

No se puede hacer nada, ya lo decidiste.

Vuelvo a la línea dos, recorro el camino andado.

Exponiendo un corazón que no quisiste.
*Autor: Martín Guevara Treviño

Viajero...


Viajero que buscaste tus sueños en las estrellas, y encontraste tu camino en el mar.

El bosque de la vida atraviesas y las rocas del peligro enfrentas, persiguiendo tu pasado, tu sueño y tu amor.

Conoces la belleza, el aroma, la alegría y la dicha de un rostro que un riachuelo viste alguna vez al pasar.

Viviste el sueño de ser dueño y la pesadilla que no tiene fin.

Tomaste tu espada de entre el camino de la vida, azul su color se decía y tu alma reflejada en el filo de la hoja se encontraba.

Caminaste bajo los árboles que figuras hermosas formaban, conociste criaturas que nadie recuerda y dejaste tus escritos en cada muro de piedra que encontraste en tu camino al cruzar.

Te enfrentaste con el lobo gris en la soledad, y la derrotaron juntos a la bestia que muchos temen pero nadie desafía.

Atravesaste la cabeza de cien dragones y de sus corazas armaste tu armadura azul, encontraste en el valle de la paz tus alas para volar y del rincón de los sueños tu caballo que te ayuda a viajar.

Ahora una vez más en una cruzada te encuentras y tu amada princesa en peligros esta. Con el viento te hace llamar, sus mensajes en las nubes se pueden leer.

Desesperado corres con tu caballo a su encuentro, ya sabes la verdad, no puede esperar más.

A llegado la hora.



Un maestro de la sabiduría paseaba por el bosque con su fiel discípulo cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia muy pobre y decidió hacer una breve visita al lugar. Durante la caminata le comenta al aprendiz sobre la importancia de las visitas, de conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que tenemos de estas experiencias.
Llegando al lugar constata la pobreza del sitio. Los habitantes, una pareja y tres hijos, casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin calzado. Se aproxima al padre de familia y le pregunta: ¿En este lugar no existen señales de trabajo ni comercio, como hacen el señor y su familia para sobrevivir aquí.
El señor calmadamente respondió: -”Amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o la cambiamos por otros géneros alimenticios en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso y derivados para nuestro consumo y así­ es como vamos sobreviviendo.”
El sabio agradeció la información, contemplo el lugar por un momento y se fue. En el camino le ordeno a su fiel discípulo, “busca la vaquita, llévala al precipicio de allá­ en frente y empújala al barranco!.”
El joven espantado vio al maestro y lo cuestionó sobre el hecho de que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia. Percibía el silencio absoluto del maestro y fue a cumplir la orden. Así que empujó la vaquita por el precipicio y la vio morir.
Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años. Un día, el joven resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar para contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. A medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, habitado, niños jugando en el jardín. El joven se sentía triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir. El joven pregunta a un hombre por la familia que vivía allá hace unos cuatro años, quien respondió que aún seguían viviendo allá. Asombrado el joven entra corriendo a la casa y reconociendo a la misma familia que visitó hace algunos años con el maestro. Elogia el lugar y le pregunta al dueño de aquella vaquita “cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?”
El señor entusiasmado le respondió: “Nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar habilidades que no sabíamos que teníamos, así alcanzamos el cambio que ven tus ojos ahora.”

Viajero


Un viajero que se aproximaba a una gran ciudad le preguntó a una mujer que se encontraba a un lado del camino:

¿Cómo es la gente de esta ciudad?

¿Cómo era la gente del lugar de donde vienes? - Le inquirió ella a su vez.

Terrible - Respondió el viajero. – Mezquina. No se puede confiar en ella. Detestable en todo los sentidos.

- ¡Ah!- , Exclamó la mujer. – Encontrarás lo mismo en la ciudad a donde te diriges -.

Apenas había partido el primer viajero cuando otro se detuvo y también preguntó acerca de la gente que habitaba en la ciudad cercana. De nuevo la mujer le preguntó al viajero por la gente de la ciudad de donde provenía.

-Era gente maravillosa; honesta, trabajadora y extremadamente generosa. Lamento haber tenido que partir”- Declaró el segundo viajero.

La sabia mujer le respondió: - Lo mismo hallarás en la Ciudad adonde te diriges.

En ocasiones no vemos las cosas como son, las vemos como somos…

Despues mucho despues de la noche oscura y negra de nuestra historia descubrimos estos escritos.

Despues de mucho pensar hoy ya puedo redacatar. Mi nombre es maria laura y mi historia le quiero contar.
Fui de lcentro de estudaintes de mi colegio y siempre estube ne movilizaviones, hasta q un dia estallo en mi cara el Golpe de estado. Me Llevaron adentro y me tuvieron ahi 6 años, los cuales soporte solo por una persona.
Angel, la persona q mas ame y me juro amor de por vida. Soñoe con el cada noche y cada noche q pasaba solo su recuerdo en m imente habitaba.

Luego de 6 años logre salir y cuando por pregunte, en la tumba de Yerba buena lo encontre.
Se Unio al Erpe para encontrarme, porq no soporto tnato dolor y en sus manos acción tomo.
Ahora lo lloro con dolor puesto q nunca encontre en ningun otro hombre su olor, amor y pasión.

Maria Laura Delgado

De sueños


Una joven sueña mientras duerme, con un mundo de colores y melodías sin fin, sueña con que de la espalda le surgen alas y mientras sueña vuela feliz entre las flores de primavera; luego sueña que un joven sueña dormido entre las hierbas, sueña que sueña con ella y que luego despierta y quiere seguir soñándola.
Y ahora es ella la que despierta, siente la brisa entrando por la ventana, y alegre se da vuelta para abrazar al joven que, junto a ella, todavía sueña contento.

Recuerdas?


Nos divertiamos juntos, no recuerdas?
pero qué pasó?, que dijímos, no lo recuerdas?
ah, te te ofendí, eso si recuerdas pero tu mucho más, eso seguro no lo recuerdas.
las palabras, las ofensas.
no mis palabaras y tus ofensas solo yo lo recuerdo.
todo por una estupides.
no, pero no podias quedarte / solo 5 minutos, recuerdas?
las excusas sin sentido, las recuerdas
o solo de mi indiferencia te acuerdas
que fué el motivo de tu enojo, eso si recuerdas
tambien mi estupides - segun tú - recuerdas
pero eramos amigos . . .
No lo recordamos ni nos afecta. . .
Lo siento y te perdono.

E.E.F

http://whisperandtears.blogspot.com/

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Lo encontre como presintiendo el futuro fue escrita, o tal vez la historia se repite.
Me gusto y me gustaria compartirla con ustedes, piensen en lo que hacen y dicen. Nadie tiene que soportar nuestro mal genio, aunque hay gente que lo hace. Cuando nos toca a nosotros no nos gusta.

"EN LA VIDA SE GANA Y SE APRENDE" Robert T. Kiyosaki

Casandra

Casandra
o palabras sin sentido a la luz de la LUNA,
y una canción en el ojal.

Se sonrojó porque sintió como esos ojos de caleidoscopio le susurraban “Casandra” al oído. Se sonrojó por su cara roja, por su mirada aturdida, por el brillo de sus ojos y esa luz sobre su hombro izquierdo. Mirándolo a veces, mirando a veces el suelo, finalmente bajó, aun confundida, detrás de él. Lo miró. Como un recorrido de estrellas, por un instante sus miradas se cruzaron y la tristeza y las lágrimas dejaron de tener significado para ella, y tal vez pueda decir para ambos… Había contado un cuento sabiéndolo contar, y se había sentido más lejos de su mundo. Se dio la vuelta; caminando cabizbaja le dio la espalda y sintió la fuerza bajo sus pies. Sintió paz, y al instante retomó sus energías, se llenó de nuevo de vida.
Después de aquel encuentro un nombre la persiguió.

Hasta que ella pudo desaparecer…

Desnuda de frío y hermosa como ayer
Tan exacta como dos y dos son tres
Ella llego a mí
Apenas la pude ver
Aprendí a disimular mi estupidez

Bienvenida Casandra,
Bienvenida al sol y mi niñez
Sigue y sigue bailando alrededor
Aunque siempre seamos pocos los que
Aun te podamos ver

Les contaste un cuento sabiéndolo contar
Y creyeron que tu alma andaba mal
La mediocridad para algunos es normal
La locura es poder ver más allá

Baila y baila Casandra
Digo bien, bien, bien la pude ver
No hablo yo de fantasmas ni de Dios
Solo te cuento las cosas que aun se te suelen perder

(Sui Generis)



Imbolc. 1 de agosto. Sabat del fuego… Dentro del círculo perfecto los cabellos rubios, casi blanquecinos, brillaban al Sol. Sonreía, vivía, su energía se expandía y ella bailaba. Y su vestido blanco se movía con la suavidad del aire suspendido en el infinito universo. Sus pies descalzos se enterraban en la Tierra, sus cabellos eran destellos de Sol. De pronto tomó de las manos al dueño del nombre que la había perseguido. De nuevo esa cara aturdida, esos ojos llenos de luz.
_Sos la única persona a la que he…_ ella apoyó sus dedos sobre los labios del otro, silenciándolo. Ella no era así; no se llenaba de conocimientos a través de las palabras, ella solo vivía… y clavó en su boca un beso. Eso le bastó, porque había sentido más de lo que se podía decir.

Una mañana simplemente desapareció. Él se levantó y fue a buscarla, pero se había ido sin decir nada. Su recuerdo le torturaba la mente, su olor perfumaba el ambiente. Vagó por las calles sin poder pensar en otra cosa. La intuición de su destino, y el aire sería fresco en la parte más alta de aquel edificio. El olor de la pólvora tal vez apagaría por fin su aroma.

Apareció como había desaparecido, tan maravillosa, tan serena, tan viva y feliz como siempre. Lo buscó antes de que fuera tarde, y pudieron reír juntos. Algunos días, se acompañaban mutuamente mientras iban tras un sueño, pero ella nunca pudo prometer dejar de desaparecer…

Él significó mucho para ella, ella fue todo para él. Su amor, su amigo, su defensor, su maestro. A ella le gustaba escucharlo hablar, le gustaba también aprender de esa forma, nunca había sentido nada igual. Era más chica que él y sobretodo, era de otra estirpe. No puedo dejar de repetirlo: niña y mujer a la vez, estaba tan llena de vida y de misterios rebosantes que era capaz de asombrarlo todos los días. Él deseos de vivir, ella vida. Y ese nombre escrito blanco sobre negro reiteradas veces ahora era contenido y llave de su corazón; ahora y siempre, le pertenecía…

Griselda Arué Ocampo.

Nota:
Hola! Esta es la primera vez que escribo en este blog. Me encantó la idea, además está muy bueno conocer a más gente que adora escribir o hacer arte como yo jeje! Bueno, mi nombre es, efectivamente, Griselda. Además de eso, soy la dueña de otro Blog
[ www.laprincesseensorcelee.blogspot.com ]
Nos estamos viendo!!

*** La princesse ensorcelée ***


Nº XXIII



Llegará el día en que alguien gritará que no es justo
que lo que pasa es algo que está mal, y no es justo.
Entonces los señores de traje, dirán que es un loco
y las mujeres con ruleros y permanentes, que perdió
la razón...

Sólo una niña que vive entre manzanas podrá decir
la verdad, que él no miente... que esto está mal y
que las cosas no deben ser así
. Pero ella no estará,
ella ya habrá crecido y ahora lo apuntará con su dedo;
en el cabello un par de ruleros
darán el tiro de gracia.

Así él
será ahorcado,
y el mundo
seguirá....

Sin nadie que diga que el mundo está loco y anda mal.

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