Viajero que buscaste tus sueños en las estrellas, y encontraste tu camino en el mar.
El bosque de la vida atraviesas y las rocas del peligro enfrentas, persiguiendo tu pasado, tu sueño y tu amor.
Conoces la belleza, el aroma, la alegría y la dicha de un rostro que un riachuelo viste alguna vez al pasar.
Viviste el sueño de ser dueño y la pesadilla que no tiene fin.
Tomaste tu espada de entre el camino de la vida, azul su color se decía y tu alma reflejada en el filo de la hoja se encontraba.
Caminaste bajo los árboles que figuras hermosas formaban, conociste criaturas que nadie recuerda y dejaste tus escritos en cada muro de piedra que encontraste en tu camino al cruzar.
Te enfrentaste con el lobo gris en la soledad, y la derrotaron juntos a la bestia que muchos temen pero nadie desafía.
Atravesaste la cabeza de cien dragones y de sus corazas armaste tu armadura azul, encontraste en el valle de la paz tus alas para volar y del rincón de los sueños tu caballo que te ayuda a viajar.
Ahora una vez más en una cruzada te encuentras y tu amada princesa en peligros esta. Con el viento te hace llamar, sus mensajes en las nubes se pueden leer.
Desesperado corres con tu caballo a su encuentro, ya sabes la verdad, no puede esperar más.
A llegado la hora.
Anónimo | 16 de julio de 2009, 18:20
y que con la hora llegue la libertad
Martín Gvevara | 18 de julio de 2009, 22:08
Me declaro parte del ejercito de soñadores