Casandra

Casandra
o palabras sin sentido a la luz de la LUNA,
y una canción en el ojal.

Se sonrojó porque sintió como esos ojos de caleidoscopio le susurraban “Casandra” al oído. Se sonrojó por su cara roja, por su mirada aturdida, por el brillo de sus ojos y esa luz sobre su hombro izquierdo. Mirándolo a veces, mirando a veces el suelo, finalmente bajó, aun confundida, detrás de él. Lo miró. Como un recorrido de estrellas, por un instante sus miradas se cruzaron y la tristeza y las lágrimas dejaron de tener significado para ella, y tal vez pueda decir para ambos… Había contado un cuento sabiéndolo contar, y se había sentido más lejos de su mundo. Se dio la vuelta; caminando cabizbaja le dio la espalda y sintió la fuerza bajo sus pies. Sintió paz, y al instante retomó sus energías, se llenó de nuevo de vida.
Después de aquel encuentro un nombre la persiguió.

Hasta que ella pudo desaparecer…

Desnuda de frío y hermosa como ayer
Tan exacta como dos y dos son tres
Ella llego a mí
Apenas la pude ver
Aprendí a disimular mi estupidez

Bienvenida Casandra,
Bienvenida al sol y mi niñez
Sigue y sigue bailando alrededor
Aunque siempre seamos pocos los que
Aun te podamos ver

Les contaste un cuento sabiéndolo contar
Y creyeron que tu alma andaba mal
La mediocridad para algunos es normal
La locura es poder ver más allá

Baila y baila Casandra
Digo bien, bien, bien la pude ver
No hablo yo de fantasmas ni de Dios
Solo te cuento las cosas que aun se te suelen perder

(Sui Generis)



Imbolc. 1 de agosto. Sabat del fuego… Dentro del círculo perfecto los cabellos rubios, casi blanquecinos, brillaban al Sol. Sonreía, vivía, su energía se expandía y ella bailaba. Y su vestido blanco se movía con la suavidad del aire suspendido en el infinito universo. Sus pies descalzos se enterraban en la Tierra, sus cabellos eran destellos de Sol. De pronto tomó de las manos al dueño del nombre que la había perseguido. De nuevo esa cara aturdida, esos ojos llenos de luz.
_Sos la única persona a la que he…_ ella apoyó sus dedos sobre los labios del otro, silenciándolo. Ella no era así; no se llenaba de conocimientos a través de las palabras, ella solo vivía… y clavó en su boca un beso. Eso le bastó, porque había sentido más de lo que se podía decir.

Una mañana simplemente desapareció. Él se levantó y fue a buscarla, pero se había ido sin decir nada. Su recuerdo le torturaba la mente, su olor perfumaba el ambiente. Vagó por las calles sin poder pensar en otra cosa. La intuición de su destino, y el aire sería fresco en la parte más alta de aquel edificio. El olor de la pólvora tal vez apagaría por fin su aroma.

Apareció como había desaparecido, tan maravillosa, tan serena, tan viva y feliz como siempre. Lo buscó antes de que fuera tarde, y pudieron reír juntos. Algunos días, se acompañaban mutuamente mientras iban tras un sueño, pero ella nunca pudo prometer dejar de desaparecer…

Él significó mucho para ella, ella fue todo para él. Su amor, su amigo, su defensor, su maestro. A ella le gustaba escucharlo hablar, le gustaba también aprender de esa forma, nunca había sentido nada igual. Era más chica que él y sobretodo, era de otra estirpe. No puedo dejar de repetirlo: niña y mujer a la vez, estaba tan llena de vida y de misterios rebosantes que era capaz de asombrarlo todos los días. Él deseos de vivir, ella vida. Y ese nombre escrito blanco sobre negro reiteradas veces ahora era contenido y llave de su corazón; ahora y siempre, le pertenecía…

Griselda Arué Ocampo.

Nota:
Hola! Esta es la primera vez que escribo en este blog. Me encantó la idea, además está muy bueno conocer a más gente que adora escribir o hacer arte como yo jeje! Bueno, mi nombre es, efectivamente, Griselda. Además de eso, soy la dueña de otro Blog
[ www.laprincesseensorcelee.blogspot.com ]
Nos estamos viendo!!

*** La princesse ensorcelée ***


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