Casandra
o palabras sin sentido a la luz de la LUNA,
y una canción en el ojal.
Después de aquel encuentro un nombre la persiguió.
Hasta que ella pudo desaparecer…
Desnuda de frío y hermosa como ayerTan exacta como dos y dos son tresElla llego a míApenas la pude verAprendí a disimular mi estupidezBienvenida Casandra,Bienvenida al sol y mi niñezSigue y sigue bailando alrededorAunque siempre seamos pocos los queAun te podamos verLes contaste un cuento sabiéndolo contarY creyeron que tu alma andaba malLa mediocridad para algunos es normalLa locura es poder ver más alláBaila y baila CasandraDigo bien, bien, bien la pude verNo hablo yo de fantasmas ni de DiosSolo te cuento las cosas que aun se te suelen perder(Sui Generis)
Imbolc. 1 de agosto. Sabat del fuego… Dentro del círculo perfecto los cabellos rubios, casi blanquecinos, brillaban al Sol. Sonreía, vivía, su energía se expandía y ella bailaba. Y su vestido blanco se movía con la suavidad del aire suspendido en el infinito universo. Sus pies descalzos se enterraban en la Tierra, sus cabellos eran destellos de Sol. De pronto tomó de las manos al dueño del nombre que la había perseguido. De nuevo esa cara aturdida, esos ojos llenos de luz.
Una mañana simplemente desapareció. Él se levantó y fue a buscarla, pero se había ido sin decir nada. Su recuerdo le torturaba la mente, su olor perfumaba el ambiente. Vagó por las calles sin poder pensar en otra cosa. La intuición de su destino, y el aire sería fresco en la parte más alta de aquel edificio. El olor de la pólvora tal vez apagaría por fin su aroma.
Apareció como había desaparecido, tan maravillosa, tan serena, tan viva y feliz como siempre. Lo buscó antes de que fuera tarde, y pudieron reír juntos. Algunos días, se acompañaban mutuamente mientras iban tras un sueño, pero ella nunca pudo prometer dejar de desaparecer…
Él significó mucho para ella, ella fue todo para él. Su amor, su amigo, su defensor, su maestro. A ella le gustaba escucharlo hablar, le gustaba también aprender de esa forma, nunca había sentido nada igual. Era más chica que él y sobretodo, era de otra estirpe. No puedo dejar de repetirlo: niña y mujer a la vez, estaba tan llena de vida y de misterios rebosantes que era capaz de asombrarlo todos los días. Él deseos de vivir, ella vida. Y ese nombre escrito blanco sobre negro reiteradas veces ahora era contenido y llave de su corazón; ahora y siempre, le pertenecía…
Griselda Arué Ocampo.
Nota:
Hola! Esta es la primera vez que escribo en este blog. Me encantó la idea, además está muy bueno conocer a más gente que adora escribir o hacer arte como yo jeje! Bueno, mi nombre es, efectivamente, Griselda. Además de eso, soy la dueña de otro Blog
[ www.laprincesseensorcelee.blogspot.com ]
Nos estamos viendo!!
*** La princesse ensorcelée ***
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