Princessa


Soy tu noble caballero
he de cuidarte con esmero
tenderé mi capa en tu camino
por si hay piedras o espinos
con mi espada a tu servicio
venceré dragones y maleficios
el metal de mi armadura
resplandece en tu dulzura
Cuando el camino te canse
te llevaré en mis brazos
y libraré tus pasos
de cualquier percance
llenaré tu balcon de rosas
mágicas, coloridas y hermosas
al dormir, velaré tu sueño
con tierna dedicación y empeño
estaré atento a tu despertar
a tus deseos y a tu suspirar
y si te faltara la fé
por ti la mía yo pondré
te construiré un castillo de amor
donde no exista el rencor
dedicaré mis fuerzas a tu felicidad
haré una leyenda de tu realidad
y si te ataca la tristeza
oh! Princesa, mi princesa
cantaré, saltaré, bailaré
hasta lo imposible haré
por verte sonreir
nunca me he de rendir
hoy dedico mi vida y mi honor
a la grandeza de este Amor….
Una sincera promesa
para la mas bella Princesa.

Princessa





Este...es el beso que quise darte al nacer,
esta es la cancion que quise cantarte en tu primer cumpleaños.
Estos son lo besos que quise darte con cada merito que lograste.
Estas son las melodias del bals, que no bailamos en tus 15 años.
Esta es la alegria por tu adios a la niñes y entrada a la madurez.
Esta sonrisa es por cada momento en el cual no estuve, pero recuperare.

Princesa


Entre la cirrosis
y la sobredosis
andas siempre, muñeca.
Con tu sucia camisa
y, en lugar de sonrisa,
una especie de mueca.
¿Cómo no imaginarte,
cómo no recordarte
hace apenas dos años?
Cuando eras la princesa
de la boca de fresa,
cuando tenías aún esa forma
de hacerme daño.
Ahora es demasiado tarde, princesa.
Búscate otro perro que te ladre, princesa.
Maldito sea el gurú
que levantó entre tú
y yo un silencio oscuro,
del que ya sólo sales
para decirme, “vale,
déjame veinte duros”.
Ya no te tengo miedo
nena, pero no puedo
seguirte en tu viaje.
Cúantas veces hubiera dado la vida entera
porque tú me pidieras
llevarte el equipaje.
Ahora es demasiado tarde, princesa…
Tú que sembraste en todas
las islas de la moda
las flores de tu gracia,
¿cómo no ibas a verte
envuelta en una muerte
con asalto a farmacia?
¿Con qué ley condenarte
si somos juez y parte
todos de tus andanzas?
Sigue con tus movidas,
pero no pidas
que me pase la vida
pagándote fianzas.
Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa

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