La Niña De Cabellos Blancos

Hay muchas cosas que nos hacen distintos en la sociedad o “raros” como se dice hoy en día, por que “raros?” Algunos creen que te discriminan, por así decirlo, por tu forma de ser o actitud, pero sabes? No es cierto, nadie puede decir que alguien es “Raro” por una sola razón.

Siempre hay miles de razones estúpidas que te hacen “Raro” ese mínimo grano de arena que hace que te marquen de por vida, es algo que ocurre normalmente en lugares públicos, siempre toman algo para poder molestarte, si no eres Rubia te molestan, si no tienes cabellos castaños, si eres gorda, si eres flaca, si tienes muchos amigos, si tienes pocos. En la sociedad por más pequeña sea tu Rareza ,es suficiente para “ellos”. Es lo que tenemos es lo que vivimos, una sociedad que tiene leyes, para “Ellos”.

Si eres Rubia por ejemplo te dicen rubia hueca como e escuchado miles de veces, ese granito de arena que se convierte en un reloj, un reloj que baja y sube su contenido constantemente contando los segundos de tu vida, asta que su contenido se acaba, yace en reposo sin disturbios solo descansando de su labor habitual y alguien se da cuenta que esta quieto sin trabajo y lo dan vuelta, para que siga contando tu minutos.

Que puedo saber yo? Te preguntaras, yo creo saber mucho tengo 16 años, no soy una chica “Normal” a esta edad por así decirlo, no me gusta ir a fiestas, no fumo, no bebo, también son una chica sin demasiadas amigas, nunca encontré a nadie con mis mismos intereses y que no temiera de mí. Mi apariencia es algo “Extraña” como me an definido, siempre llevo gafas negras, tengo intolerancia al sol, con solo una rápida mirada hacia él, siento como si estuvieran vertiendo ácido sobre ellos, mientras más claros sean tus ojos mas intolerancia al sol tienes, dicen, pues yo casi no tengo iris, el mío es un violeta muy claro, tan claro que es casi transparente, es lo que hoy en día se conoce como albinismo ocular. Pero eso no es todo, mi cabello es blanco como la nieve igual que mi piel. Así es soy albina. De allí es de donde mis compañeros de salón sacaron el apodo de “El Fantasma”.

Hoy 2 de Mayo recuerdo los sucesos que cambiaron mi vida, la perdida de mi madre, y me encuentro contigo. La persona que me salvo la vida.

-Me senté en esa escalera, esa escalera que paso a ser mía, me sentaba en él ultimo escalón y en silencio observaba a esa gente pasar, algunas miradas se dirigían hacia a mí, miradas de temor, odio, miedo?. Aunque yo vestía mi gorra ellos temían de mí, nunca conocí a otro albino, dicen que es una falla de pigmentación del cuerpo que es muy rara, pero ¿por qué yo tuve que ser la asignada a tener esta tarea?. Siempre quise conocer a alguien como soy yo, pero no creo lograrlo en esta escuela todos tienen cabellos oscuros o rubios

Luego de un tiempo de soledad me compre un cuaderno de tapa blanda, en ese cuaderno descubrí mi devoción por las criaturas blancas en especial los tigres albinos. Siempre pensé que todo ser era hermoso, pero los tigres eran mi devoción, cada receso me sentaba allí a escribir y a dibujar estos seres mágicos, creo que nunca encontrare a alguien que comparta mis gustos y devociones, ya que murió la única persona que me comprendía eso pensó asta el 2 de Mayo , ese día que cambio mi vida.

A las 8 de la noche volvía de mi casa luego de una larga caminata, mi padre nunca me iba a buscar a la escuela, ni siquiera se dignaba a llevarme a ella, siempre alegaba estar ocupado, por eso tenia que caminar 2 horas asta llegar a la zona residencial de la cuidad. Mi padre desde el día que mi madre me trajo a este mundo, tuvo bajas en su compania, él alegaba que era mi “Enfermedad” como la definía él. Mi padre furioso golpeaba a mi madre, alegando la degradación que le causaba tener un pariente como yo. Mi madre lo amaba igualmente, nunca entendí por que.

Mi madre me fue a buscar a la escuela, yo salía con mi gorra negra, ocultando mi cabello y unas gafas negras que ocultaban mis ojos blancos, apenas la vi.

Ella se abalanza hacia mí para abrazarme yo correspondí al gesto, comenzamos a caminar hacia nuestra casa, tiernamente mi madre me quito mi gorra que usaba, y asimismo me dijo "No ocultes tu identidad, eres lo que eres les guste a los demás o no" le sonreí tiernamente y seguimos caminando, nuestra casa aun estaba lejos, parecía que en cada paso cambiábamos de tema, hablábamos de todo un poco sin centrarnos en uno solo, sin creerlo el tiempo paso volando, como un silbido que se lleva el viento. Llegamos a la zona residencial de la cuidad, note el nerviosismo de mi Madre, la mire y le sonreí, ella simplemente devolvió el gesto, y entramos a nuestro hogar, mi madre abrió la puerta, y allí estaba mi padre, fumando y bebiendo en el sillón de la sala, al parecer no noto nuestra presencia, mi madre con un gran nerviosismo, pero sin querer demostrarlo, se dirigió hacia mi Padre, me fui a mi habitación, supuse que tendrían una de esas discusiones habituales iniciadas por mi padre, todas centradas en mi persona. Lo ultimo que escuche luego de salir de la sala fue el sonido de una copa rompiéndose, y de un golpe seco en el suelo, aterrada me asome para ver que había sido el ruido, al asomarme lo único que vi fue el cuerpo de mi madre tendido en el suelo, con un color escarlata rodeándola, lo primero que supuse fue que era el licor que mi padre había estado bebiendo, pero no, era la sangre de mi madre cubriendo la alfombra de la sala, aterrada retrocedí, desde ese momento me di cuenta que ella no volvería a abrir sus ojos.

-Me desperté perezosamente, no quería levantarme, sentí como unos rayos intensos iluminaban mi rostro y brindaban ese placentero calor a mi cara tiernamente, me acurruque en mi cama, disfrutando el calor que me brindaban. Abrí mis ojos perezosamente y sentí los rayos sobre mis ojos, no me molestaron simplemente los sentí como una caricia, me levante de pronto...

-Pero... por que no me molestan?-Musite.

Me dirigí aprisa al espejo de mi habitación. Vi mi reflejo, no era albina, tenia cabellos castaños y mis ojos eran color chocolate.

–Todo Fue un Sueño?- Me pregunte en voz alta. –Por que soñé ser ella?-.

Me vestí tal como hacia todas las mañanas, baje las escaleras para llegar a la sala, allí estaban mis padres bebiendo café y conversando, me saludaron y yo correspondí el gesto, desayune con una expresión cansada, sin ánimos, -Así se sentirá...?- Me preguntaba a mi misma –¿Así se sentirá ser maltratado?- Dije murmurando. Al parecer mis padres no notaron mis murmullos, simplemente me aliste y me dirigí a la escuela, no vivía demasiado lejos así que en 5 minutos estaría allí... Camine pensando en el sueño que había tenido esa noche, todo ese mundo que creí ser parte fue todo una mentira? Tan solo una realidad que creo mi mente?.

Nunca conocí a esa chica “El Fantasma” como le apodaban, yo escuche alguna vez que en mi escuela asistía una chica albina, nunca hable con ella, tampoco nunca quise hacerlo, sentía como todas las cosas que ocurrían en mi sueño eran realidad, por poco logro escuchar a mis compañeras de clase hablar sobre esa niña de cabellos blancos, huérfana, sin Padre ni Madre, su Madre tuvo una muerte violenta dicen, nunca se supo como murió el padre, algunos murmuraban que lo había matado ella. Sentía como las conversaciones de mis “Amigas” retornaban a mis oídos, asta la veía a ella sentada en él ultimo escalón de la escalera escribiendo y dibujando. Pare en seco, -Tan dura es su vida?- Murmure; lo que no me di cuenta era que estaba en el medio de calle, no se como pare allí, lo ultimo que recuerdo son las luces de un auto viniendo hacia mí, trate de cubrir mis ojos ante tan intensa luz, solo sentí como mi cuerpo era impulsado lejos de ese auto. Caí sobre la vereda, a mi lado yacía tendida una niña de cabellos blancos, ella me había rescatado, me había salvado de una inminente muerte.

-Gracias- Dije aun algo asustada.

-De nada- Musito regalándome una sonrisa.

-¿Cómo te llamas?-Le pregunte.

-Ximena y tu?-Me contesto

-Karina... -

Lo que no me di cuenta fue que yo también le salve su vida, hoy en día aun somos amigas, las mejores, estamos en las buenas y en las malas. Sigo pensando en ese día, y ese sueño que me provocó conocerte, el destino? No lo sé, hoy en día no me importa, lo que único que valoro es tenerte a mi lado.

-Dedicado a las personas que cambiaron mi vida-

Fin

Autora: Flor Cufre.

(Mi escritora favorita)

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